domingo, 16 de septiembre de 2012

Manos llenas

Dibujo de: alattkeva

Aún debo acariciar la vida
porque llevo las manos llenas
y tengo un suspiro traspasando el aire,
de vibración y mansedumbre.
Como gato ronroneándo a la luna
me acostumbro a los pasos sigilosos
que me llevan a otro astros.

Mis esperanzas caducadas, piden audiencia
y hemos hecho un pacto para sembrar primaveras
 en el fértil jardín de la vida 
donde reverberan soles,
las rosas callan debilitadas y sedientas.

Se rompe la tarde en lontananza
y dibuja su magia 
con su ardorosa escena de otoñales primicias.
Los frutos de la vida están servidos.

Toda su luz es alboroto de sueños
 y ella se descubre tal como es:
ardorosa, feliz y desvergonzada en sus costumbres;
coqueteando a todas las miradas
y encendiendo corazones;
provocando unas cuantas pinceladas
de estremecido magenta al horizonte.

No quisiera que mis párpados se cerraran
sin sentir como fluye la sangre, 
cuando se duerme mi tiempo
en la ternura.
Tampoco quisiera olvidar estas manos mías 
dibujando la muda y cautiva costumbre de sentir
cómo palpitan los cuerpos...
¡Es que aún las llevo llenas de caricias!


Elisa-12

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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...