martes, 27 de agosto de 2013

Gélido paisaje

Foto

Emergen fantasmales
todos llenos de nieve,
inhiestos o estirados
señalan a sus cielos,
El triste invierno cubre
de fríos sus anhelos,
las gélidas tormentas
los hunde cuando llueve.
Borrascas de silencios,
sin aves que no alegran,
suspiran en sus ramas
los nidos de otras huellas.
Y una dulce sonrisa
se esconde entre la niebla 
y, envolviendo a sus árboles,
asciende a las estrellas.


Rani

lunes, 12 de agosto de 2013

Sólo tú




Sólo tú
en la prisa del oleaje
en la intensidad de su fuerza
y, sólo tú como reposo de mi alma.

Ahora me toca a mí rugir,
estrellarme contra las rocas,
revolver la arena
y descifrar la procedencia
de las blancas alas consteladas.
El polen en el ámbar de unos ojos,
la sonrisa de arcilla que se deshace en el beso
y un duende escondido por los versos.

Ver en la repetición inconsolable de las lágrimas
cómo hibernan los silencios y se multiplica la luz en los sollozos.
¡No ves lo que le niegas al Amor cuando el se fragua!

Te llevo en las palmas de mis manos
y allí te siento donde se desangran los sueños;
rara herida del hombre para besarla a solas.
¡Esas cruces siempre nos dejan huellas!


Australia Elisa Lattke Valencia en: "Don Anselmo"

domingo, 11 de agosto de 2013

Es lo de menos

Es lo de menos soñar 
o padecer sintiendo soledades,
que morder el perfil de la manzana.
con el gesto retraído entre las sombras que se evaden
y el exceso calme tantas ansias.

Es lo de menos...

Sentir qué nos satisface 
y qué nos colma la tarde calurosa
sin las llaves en la puerta
o el sonido de la aldaba...
Es lo de menos llorar todas las tardes
sintiendo la espera horizontal que se derrama.

¡No, no es lo de menos 
el rugido del mar si brama dentro!


Elisa en "Don Anselmo"

viernes, 9 de agosto de 2013

Sin acentos

Dicen que se llama poesía...

Sin acentos


Porque sé de su inagotable encanto,
su frontera que nunca me separa,
del río y su ribera que acotara
la belleza del silbo con mi canto.

Y sé del manantial y de su fuente
de las noches despiertas de mi luna;.
del regazo de amor en una cuna
derramando su bálsamo en su frente.

No es estrecho mi pecho donde albergo
el dolor del amor que me redime,
su sonrisa envolviendo un verso vivo

recibiendo su afecto donde yergo;
sin énfasis de acentos y sublime,
deleite para el alma que cultivo.

A. Elisa Lattke V