Despacio nos iremos de la mano
entre aromas de flores con la brisa,
el gesto consumido en la sonrisa
y un breve beso del amor hermano.
Leves caminaremos en el humo,
sutil evanescencia perfumada
dejándonos llevar a la explanada
donde el sumario pertenece al Sumo.
Por esa finitud que se acelera
habrá cielo real que nos defina,
con su juicio final que determina
la causa que redime una quimera.
Ha valido la pena al alabarlo,
agradecer la vida por su causa
sirviendo al amor en cada pausa
y cumplir un convenio al aceptarlo.
Despacio nos iremos de la mano
con el fervor del árbol que deshoja;
y llegando el invierno se despoja
al ignoto ritual de un fin arcano.
Elisa-12
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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.
A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...