Si las hojas fueran sílabas
y contadas como versos,
es seguro que los bosques
fuesen fronda de universos.
Si Selene que los lee
se acercara por las charcas;
los vería en su reflejo
que se expanden por las aguas.
Mi luna de mis amores,
tú que viajas por los mares
y me sientes por tu fragua:
¿si mi vida es de los juncos
quién te llama a las montañas?
Tus sonrojos dan celajes
asomada a mi ventana,
traes hechizos de otros cielos
y a las charcas de sabana.
Eres nota de mi música
con sonidos de palabras;
llevas velos transparentes
que iluminan la añoranza.
Tus sonrojos son recuerdos
de tus fallos cuando callas,
cuando piensas lo que diste
a una rana por las charcas.
Tantas luces de colores,
tantos sueños que animaban,
tanto tiempo regalado
al amor que la miraba.
Hoy el tiempo se entristece,
luce mustio por los juncos,
ni siquiera el agua fluye
y humedece
*alv en: "Ranita Azul"
La vida
