Me quedo en este despuntar de un sueño,
que atrevido me llega en la distancia,
y abrazándose a mí, llora en su estancia
sin poder conocer quién fue su dueño.
¡Quién lo ideó primero, tan certero
y como dardo clavose por un pecho,
que sin poder desviarse iba derecho
allí donde se acoge.... pordiosero!
¡Ay, de sus almas que lo sienten dentro...
¡Ay de este sinvivir que las profana
todo lo que el mundo las reclama,
si ese dardo es de Amor fueron su centro!
...
Elisa
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.
A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...