"¡Quemo!
¡Quédate con el consejo...
que es eso lo que te dejo."
-Advirtió la farola de la plaza a una polilla que insistía volando alrededor.
...
No todo lo que pide la existencia es a veces grato
sin comprender qué damos tanto si sufrimos;
otras veces, somos mal interpretados
y en ocasiones existe la burla solapada,
aventurando su sentir con el desprecio.
Pero cuando amas es aún peor...
No es que una pretenda dar a entender nada,
nada que no sea lo que se da y se sabe en cada cita ciega del alma
con su dulce esperanza recostada, en su farol iluminado de su plaza;
lo que se conocía que iba a suceder antes de que ocurriese,
ese 'sexto sentido', el temor a la memoria del alma
que, aunque siga la vida alimentándose de su triste plato de lentejas,
conoce su pan de cada día y se entretiene deshojando margaritas a la espalda.
No más se pide si una mirada fría, como un cometa helado
surca nuestro espacio y ama.
Una, camina siempre a solas,
va por dentro de sí misma , cuenta sus pasos y sus horas...
Porque sabe de su propia iluminación
en todo eso que rodea lo sentido.
¡Ojalá el mundo se estrechara
depostitando en neustras manos
ese montón de versos compartidos
siendo la palabra su alegría!
¡Qué más pedimos, eh,
... si hay pan y agua para un plato de lentejas!
Elisa
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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.
A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...