Me laten estos años de versos e intenciones
cansancio van en todos y ancianidad inmadura…
Presiento que hay un algo en mí, buscando un todo
e incertidumbres blancas coronan mis cabellos,
volcanes interiores de fuego aún durmiendo.
Me laten estos años que llevo sobre el hombro
y les siento en el brío sin el frío que no cala;
pero se impregnan de vida y me tirita el alma
sintiendo que me quieren para otro mañana.
Dejándome desnuda me voy por los renglones
con mis vergüenzas todas se enseñan a la vida;
alguno más esquivo se esconde por mi pecho
se abraza a triste músculo abriendo alguna herida.
Me veo en los cedazos de miles de albedríos…
Me veo en ‘los armarios’ saliendo con ‘mi pluma’;
recogida ante un altar haciendo mi plegaria
y me siento como ‘rana’ croando a la luna.
¡De todos modos, que importa ser un poco en todo!
La ambigüedad sincera, un universo en guerras
o loca rebeldía mirándose en espejos
no siendo de complejos... ¡Poniendo yo mis reglas!
Echándome por hombros algún viento contrario
y, en contra de mareas me siento levitando.
Vivir me queda menos, soñar me falta mucho…
Llorar, lo estoy haciendo, ¡si amamos hace daño!
Pero lo que más me gusta de esto, haciendo versos,
es que me siento inmadura jugando en todos ellos,
como si fuese siempre de aire, ¡un ser sin carne y hueso
...pasando ante unos ojos balsámicos destellos!
Elisa
Dic-09
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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.
A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...