miércoles, 26 de diciembre de 2018

Te escucho...


Te escucho
Y tu voz tenía tristeza
y era más...
¡Melancolía!
Y sentí que había un desgarro
en la piel bajo tu pecho;
y era más...tus noches frías
llenas de lunas nubladas,
llenas de cielos vacíos;
llenas de amor regalado
y tú, cabizbaja, ibas sombría,
caminabas por tus sueños
con hilachas por vestido
y sueños de fantasía.
¡Y era más de tanto menos
que te acosaba por dentro,
que sentí de tu lamento
como si fuese mi vida!
Y es que hay un poco de todo
como astilla que se clava
dentro del alma ajena,
para herirnos en el alma.
¡Y era más...
más de lo mismo!
Porque, la tristeza se lleva en calma,
con nostalgias que regala
y nos va pesando la vida,
caminando por estancias
y sola, ¡acumulas tantos sueños
vaciándonos toda el alma!
***
PUBLICADO POR MARIBEL SÁNCHEZ EN 4:26 mayo de 2008, 4:07
ENTRADA AUTOR: ELISA LATTKE -"PETIT PIERROT"-

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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...