miércoles, 26 de diciembre de 2018

Siénteme así...

Siénteme así...
Amando de mi vida toda ella
y en la adorada voz de los silencios,
como una frágil espiga movida por el viento;
que se madura al sol del amor de las estrellas,
cimbrada por la luz de unas pupilas.
Amas mi cabello...
Dorado como espigas en trigales
y peinado por el viento con sonrisas,
invitando a la caricia de unos dedos
o expuesto, a la fresca y dulce fruta de unos labios,
dejando ver miradas y presagios.
...

Amas mi cintura...
A punto de ceder ante un abrazo,
en ese pozo de dicha en que me alojas,
a sentirme feliz en tu regazo
como rocío embriagador de primavera.
Para saber de la fuente matutina
y la sed de quien convida,
a besar en sus paseos a cada paso.
Amas mi vientre...
y soy ese abismo del amor de quien fulmina,
al ombligo que invita y se sugiere
a adentrarte por veredas de silencios,
donde se oferta la vida y su locura,
con la cómplice sonrisa de una luna.
Lloro, por este amor de escondite entre las nubes
y silencios interrumpidos por los grillos,
donde una rana con ellos da conciertos
por esas noches que iluminan su mirada.
¡Y Saturno la envuelve en sus anillos!
Desnudando un corazón de disparate,
y somos nada, ¡sólo dos locos pensamientos
que han invadido de pasión sus almas!

Fecha original del poema:4:22 del 18-jul-2007

 alattkeva en: Elisa, su autora
Un poema viejo, rescatado de otro blog donde me lo pidieron hace como una década o más
Gracias, Maribel Sánchez 
***

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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...