domingo, 10 de diciembre de 2017

Cuando yo me vaya

Foto: Felipe Castilla Lattke
 Imagen: Jardines de Aranjuez
Cuando yo me vaya
viajaré en el humo,
al viento en pavesas
donde me difumo.
Por brumas azules,
o hilachas de seda,
con duendes de cuento
danzando en la niebla.
Seré de tu llanto
amor en salmuera,
tornando al vacío
por soles de espera.
Cuando yo me vaya,
prefiero la tarde...
Y ese beso dulce
donde pueda amarte.
Sentirte conmigo
en vida y, por dentro,
dejando mi amor
inflarse en el viento.
En cualquier verano.
de tarde calmada,
escuchar los grillos
y algunas cigarras.
Silbarán los mirlos...
por montes y esteros,
sentirás que tiemblan
las voces de invierno
Mientras croa un sueño
debajo del agua,
suspirando al viento
que se lleva un alma.


alv: ''Ranita Azul''

En el arte de la escritura poética, resulta necesario ser imaginativo. Creador al mismo tiempo para ser original, dando otro giro al texto del verso, sin tener que arrepentirte de resonancias o vicios del lenguaje; repeticiones que para nada embellecen un escrito, y como en estos versos dejo esa mixtura sin apartar el lenguaje que no rompe la armonía de cualquier labor poética, aunque la ortodoxia la pida siempre y eso lo tengo en cuenta, le doy cierta cadencia que se mece en la musicalidad de la palabra.
*Decir poco cribando las palabras para que suenen bien, es hacer acústica con los fonemas, sin que los hiera algún chirrido o ripio.*


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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...