Foto: alattkeva (Praga- Sept/2015
¡Cúbreme tiempo y razón,
despejando mi camino;
cúbreme juicio y destino
de placer mi corazón!
Y, cúbreme la sazón
descubriendo qué me cubre,
bueno por ser salubre
al no sentirme desnuda;
pues el alma no lo luda
ni el amor... que ella descubre.
Como pompa de jabón
presa de fugaz vuelo,
iluminase mi cielo
cubierta de su ilusión.
Y, dentro de mi mansión,
me eleva como burbuja
y por el aire me empuja
en su justa levedad...
¡Ah, Señor, tened piedad
del alma de mi cartuja,
que por más que ella se eleva,
mi cuerpo, la luna embruja!
"Ranita"
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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.
A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...