No me extraña verme
No me extraña verme
observando a diario,
el tic-tac del tiempo
midiendo mi horario.
No me extraña verme
entre tanta angustia
sentir la caricia
del alma en penumbra.
O, ver por mis sueños
quién me espera sola,
con su amor de siempre
por charcas y frondas.
¡No me extraña verme
abrazada a un sueño,
resaca de insomnios
frenesí de empeños!
Por si la palabra
me deja desnuda,
sin plumas, sin alas,
tampoco me asusta.
El único sitio
que encuentro en la vida,
es reflejo eterno
de una luna mía.
Y si fuese poco
decir que la quiero,
aquí ya lo afirmo
de diciembre a enero.
¡Pero, cuanto alegra
sentir por el verso,
los duendes azules
y allí... ya me pierdo!
No me extraña verme,
-lo dice una estrofa...
y el tic-tac del tiempo
llegando a la aurora.
Australia E. Lattke V. en: "Ranita Azul"
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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.
A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...