jueves, 20 de noviembre de 2014

LA PALABRA EN EL VERSO (Prosa)

Foto: alattkeva


Sólo basta un suspiro para meditar sobre el fondo de su música, estremeciéndose en el trémolo de un beso que nos regala un poema.
La naturaleza de su sentido circundante, ora aquí y allá,
nos descubre desnudos ante las maravillosas sensaciones que depara; por no decir de su verdadera arquitectura en la que se habla, y que en realidad es la más provocadora del celo que lo engalana.
Ella va alzándose radiante en su fuego creador que nos ilumina,
con la idea de su autor que la conoce dándonos su caricia.
De ella se desprenden pavesas de acordes magistrales
en las embocaduras del alma, dejando caer los compases exhalados de belleza, mientras despierta tonalidades que descubren el ritmo de los versos.
Así, la estructura del viento le confiere la emoción de la lágrima,
no sin antes haber florecido en vibraciones,
dejándonos un rayo avasallador de impolutos sueños en el aire.
¡Oh, su aroma! 
Acogeremos con miradas la lectura que tienen los impulsos de los pensamientos, cuando la palabra es reina majestuosa que vuela como el polen en el jardín de nuestros sueños, y dejaremos que se pose en los estambres de otras flores para darnos lo mejor de sus pensamientos;
sacudirá sus alas... y nos dejará el arrebatador sentido de lo que nos transmiten, pues estamos sedientos de belleza para llenar el alma.

Elisa Lattke

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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...