No se apaga el amor porque lo extrañas,
no terminas mi tiempo sin sus mares;
ni se acaba la vida en los pesares
si su luz se derrama en las entrañas.
Es que cuentas con Dios y sus montañas
en los ecos de montes y lugares,
como arcilla modelo en los alfares
siendo oveja del Ser, pastor de brañas...
¿Qué me dices amor de mis ocasos
si al cenit se me pierde la mirada,
trashumante rebaño en pensamientos?
¡Por allí pastorean sentimientos
caminando en los sueños de majadas,
sin perder el camino de sus pasos!
A. Elisa Lattke V. en: "Don Anselmo"
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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.
A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...