domingo, 18 de noviembre de 2012

Ella nos reclama


 Foto: alattkeva
Por la ruta, la tierra nos reclama
su aliento de un amor multiplicado,
si acaso algo más, un jirón de vida
y convencidos somos de sus vueltas.

Hasta pensaba algo más trascendente:
La ecuación del alma y su cifra divina...
¡Dime entonces, si fuimos o si somos
por aquéllo que falta y que tuvimos!

Sabemos que es muy difícil pensar
en la soledad del hueso sin sueños...
En las alas que no existen sin Dios
pero nunca olvidamos sus pupilas.

Indagamos el paso y nos perdemos
en otros más lejanos de las almas;
levantamos montañas sin querer
y, queriendo, evitamos los puentes.

Cuando todo esto pase, volaremos;
nuestro vuelo será semilla al viento
con su eterna estructura hecha de barro,
en tránsito de muerte y vida nueva.

¿Será que debo sentir... y saber,
estremecerme por ser del mundo
y dominar mi latido silvestre,
y una lectura en barro,  su mensaje?

¡Pues un sólo guijarro en el calzado
consigue despertarnos los sentidos;
cómo vamos a pensar que escuchen
tanto grito de barro y conmoverse!

alattkeva-12


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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...