Bullente ves la mar con avariciacalmando su fragor en la tormentay sientes en su impulso qué lo enfrentaal dulce palpitar de su delicia.El quiere retozar en su codiciay agita revolviendo y se acrecienta,buscando del amor lo que lo alientadel alma de una vida que acaricia.¡Oh, mar de los ensueños, mi locura,bravío en tu vaivén meces mi sueñollevada en oleajes de dulzura!Me atrae tu compás de mucho empeñohaciendo que me llene de ternuray piense en el placer por ser mi dueño.
A. Elisa Lattke Valencia en: "Don Anselmo"
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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.
A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...