lunes, 24 de noviembre de 2014

La consentida

fiori da regalare
(Para mi amada madre que en p. d.: Z. Rosa Valencia Mosquera)

Como soy del amor que me consuela
del solsticio hiemal, planta querida;
ya me sé del aroma que me cela
por deseada flor, más consentida.

En el frío de invierno que me hiela 
mi fragancia es discreta y comedida,
y se espera de un beso que se anhela, 
no morir de nostalgia entristecida.

Mi belleza formal es de embeleso
y me exhiben feliz  en todos lados,
destacando entre todas glamorosa.

Mis matices conjuran todo exceso
dispensando locuras sin pecados,
por saberme la rosa más hermosa!


A. Elisa Lattke V.

Aparejo real

Foto: alattkeva- Stockhom-Suec, 1/2/2014


Observando a quien ves ante el espejo
con la mente expedita y bien segura,
quien se mira mejor, te da un consejo:
Ten confianza en ti misma, por cordura.
Porque, un ser se valora por su anejo,
su equipaje moral marca estatura
y la parte que sabes del bosquejo,
nos demanda atención al aparejo.
"Aparejo real" por cada nave
que pretende cruzar al otro mundo;
y reúne en amor alguna clave.
Mas persiste en el ser meditabundo
esa esclusa perfecta de su enclave,
como parte que anima lo errabundo.
Consiste, en ser fecundo,
darse sin más temor a la Energía,
consiguiendo en fusión otra alegría.



A. Elisa Lattke en: "Ranita Azul"


Foto: alattkeva/ Stockhom-Suec, 1/2/2014
En este caso, entre otras acepciones. :
*Aperejo real*: Término marino- "1. m.
El que se forma con motones de mayor número de roldanas
y cabos más gruesos que los de los aparejos ordinarios. s/ el RAE.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Similitudes

Recopilación de su autora: Australia Elisa Lattke Valencia

Mie Abr/02, 2008
Visto por última vez: 27/6/2014
Similitudes
Yo soy como tú, la búsqueda amada,
suspiro, reposo, un aire de espera,
la flor del aliento, un alma que ruega,
mirada y hallazgo, la luz y la senda.
Somos del tiempo vibrando en los vientos;
verbo y llama que apaga en aliento
en fuego del amor, juego de su fuego,
llanto sereno de muchas flaquezas
ahogando la cuita o, la masa en artesa.
Yo soy como tú,
la esencia del alma,
la barca con penas
izando sus velas
con ancla de abrazos
y ruegos de esperas;
sextante de un sueño
en círculo abierto,
la nostalia misma
que atraviesa el tiempo
de un puerto de antojos
caricias y besos.
Un todo en el Todo
de fieles constancias,
un algo sin nada
retorno o la vuelta.
Un grito en silencio
de verde esperanza;
la rosa de vientos...
Adorno de arena.
Gaviota buscando
un pez en la bruma,
hilacha de versos
colgada en la luna.
Un sorbo de brisa
dormida en el bello
del dios que nos quiere 
sentirnos por cielos.
El beso en la sábana
del deseo lúbrico,
murmurando ansioso
mas ebrio e inútil,
un orgasmo del Cosmos,
delirio sin cuerpos,
la fiebre en el barro
fustigando almas.
¡Eso es lo que somos
un sueño en un Todo,
un todo en su nada
sintagma de un verso
que va desbocada!
A. Elisa Lattke V

LA PALABRA EN EL VERSO (Prosa)

Foto: alattkeva


Sólo basta un suspiro para meditar sobre el fondo de su música, estremeciéndose en el trémolo de un beso que nos regala un poema.
La naturaleza de su sentido circundante, ora aquí y allá,
nos descubre desnudos ante las maravillosas sensaciones que depara; por no decir de su verdadera arquitectura en la que se habla, y que en realidad es la más provocadora del celo que lo engalana.
Ella va alzándose radiante en su fuego creador que nos ilumina,
con la idea de su autor que la conoce dándonos su caricia.
De ella se desprenden pavesas de acordes magistrales
en las embocaduras del alma, dejando caer los compases exhalados de belleza, mientras despierta tonalidades que descubren el ritmo de los versos.
Así, la estructura del viento le confiere la emoción de la lágrima,
no sin antes haber florecido en vibraciones,
dejándonos un rayo avasallador de impolutos sueños en el aire.
¡Oh, su aroma! 
Acogeremos con miradas la lectura que tienen los impulsos de los pensamientos, cuando la palabra es reina majestuosa que vuela como el polen en el jardín de nuestros sueños, y dejaremos que se pose en los estambres de otras flores para darnos lo mejor de sus pensamientos;
sacudirá sus alas... y nos dejará el arrebatador sentido de lo que nos transmiten, pues estamos sedientos de belleza para llenar el alma.

Elisa Lattke