domingo, 10 de marzo de 2019

No me representan (Feminismo del s. XXI y en Pandemia)


¡No me representan!

-¿Por qué?
Porque entre las abejas
y las avispas hay una gran diferencia.
¿Qué más?
Porque la ternura se percibe en el aire,
huele a miel cuando florece el Amor y se respeta.
¡No me representan las mujeres de este hoy!
¿Cuáles?
Las rebeldes que no han dado ni dan nada a la sociedad,
las que se creen libres y detrás de ellas está el Poder de otra...
¡La más lista la sometida que somete!
Y detrás de esa otra, un macho Alpha que sonríe como una hiena,
No me representan con su odio al hombre que las engendró,
-quizá fueron violadas-, me dice un sacerdote y agrega:
"¡No juzgues, perdona!
Debería darte lástima. Toda mujer que odia al hombre es por algo..."

¡Ah, Ud., las confiesas y sabe!
-Entonces, por eso llaman a otra: "insolidaria y represora",
¿Y en Pandemia, las irresponsables?
Moriremos cientos por su culpa, eso es lo que desean.
Es un ardid, sobramos muchos ancianos todavía
y caemos los más débiles.
No, señor ministro de Jesucristo, 
ellas llevan el odio a otras mujeres incultas, 
conocen que no tienen argumentos: frases hechas.
Porque son como la misma pandemia y el sectarismo juntos,
lo que sufrimos hoy día, son un peligro social,
si algún hombre se acerca a ellas con buenas intenciones
para fundamentar un hogar, ¡dan terror y huye!
¿Quién se casa con quien odia la cultura o estudiar?
Sólo viven de su ponzoña...Odio organizado y subvencionado.
Son las partidarias del aborto y la eutanasia, las de... "Un mundo feliz"

Ni tan siquiera su color morado 'me coloca'...
Sí el de Cristo, el de Jesús de Medinaceli
con su túnica morada, sus espinas y su dolor;
me provoca tristeza tanta fe ciega y cándida.
Pero es preferible al odio y la destrucción
que se vierte por las calles.

Me convencen mis hijas, Señor, como otras mujeres,
porque estudiaron para labrarse su futuro,
para no depender de otros y sí aportar a su hogar
algo más que ser compañeras de un hombre, ser madres;
porque pusieron los codos en la mesa
y se sacrificaron por conseguir ser buenas profesionales,
con una formación universitaria.
¡Y éramos pobres sus padres, hijos de labriegos y emigrantes,
no necesitábamos ser sectarios y marxistas, 
ni subvencionados por el poder!
Conocíamos nuestros deberes
y por entonces, no se hablaba de derechos,
pero había paz, pan y esperanza.

Hoy me dicen que: "pagan bien por ser del partido,
que a la larga se consigue algunos sueños materiales,
pero que soy tonta".

¿Qué te queda, Elisa?

¡Ser tonta!
Y mi palabra desnuda de tiempo,
desnuda de mí, desnuda de todo.
Y este motor del alma en lid con lo que siento ,
ocupando su luz por este tibio tránsito de la vida.
Mirando aún lejanías o pensando en ellas
y convirtiéndome en hilacha de niebla,
sabiendo que mi ser... olvidó decir muchas cosas.
Si ya se marchitan mis noches sin luna...
¡Eso es lo que se queda!


alattkeva