domingo, 28 de febrero de 2016

Olvidé decir...


Para amar, nunca me olvido 
porque estoy necesitada;
y saber cómo te tengo,
sintiéndome enamorada.
*alv

Siempre quiero decir: ¡cuánto te quiero!
Aunque nunca me quise enamorada,
por tener altivez fui muy dejada
y guardé mi caudal, como prefiero:

Un amor muy seguro, por si muero...
 Mi rubor en el rostro a la alborada...
La osadía o simpleza de mi nada...
Sin confiar en aplausos zalameros.
Soy la insulsa materia presumida,
despistada, ingeniosa y muy serena;
la bondad la regalo a cada rato.
¡Sólo espero tener justa medida,
y, tal vez, más amor por luna llena,
¡pues me tienen maullando como un gato!

Se queda mi retrato.
por sufrir y pensar en 'mi abolengo'...
Como 'rana' de charcas, ¡lo sostengo!
A. Lattke V. en: "Ranita"

Elisa, la mujer de 75 años.
(¡Uf, si los tuviese!)
Cumplo en dos meses 78 años
Mi espejo, sois vosotros.
Gracias por todo lo dado porque fue bien recibido.
Vendré, como he dicho, de vez en cuando, porque mi tiempo de este hoy lo tengo hipotecado
Es una etapa que no me puedo perder y depende mi salud de lo providencial.

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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.

A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...