La sombra de un recuerdo de la luna
consigue acompañarme cada noche
poniendo en la penumbra bello broche
se brinda misteriosa y oportuna...
Un halo de su luz riela en el agua
cautivo de mis hilos de ternura;
su cielo me convida a la locura
aviva con ardor toda su fragua.
La bella de mi sino me confunde,
presiento por mi pecho ser su estancia,
palpita corazón a la distancia.
Tormento y alegría en que se funde
su amor tan misterioso me acongoja,
suplicio ya es saber donde se aloja.
Australia Elisa Lattke Valencia
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La palabra es el arrullo de Dios cuando causa una impresión inolvidable.
La mejor dádiva, es haber conseguido que nuestros semejantes se sientan felices, siempre que seamos sinceros con lo que opinamos.
A. Elisa. Lattke Valencia, sólo va pasando como un cometa cada cien años...