Emergen fantasmales
todos llenos de nieve,
inhiestos o estirados
señalan a sus cielos,
El triste invierno cubre
de fríos sus anhelos,
las gélidas tormentas
los hunde cuando llueve.
Borrascas de silencios,
sin aves que no alegran,
suspiran en sus ramas
los nidos de otras huellas.
Y una dulce sonrisa
se esconde entre la niebla
y, envolviendo a sus árboles,
asciende a las estrellas.
Rani